Muchos han oído hablar de esta técnica, o filosofía de vida, para practicar la atención consciente con el objetivo de mejorar nuestra calidad de vida. Esto se puede aplicar también a la alimentación, ayudándonos a entender mejor cómo reacciona nuestro cuerpo y nuestra mente ante ella y mejorando nuestro bienestar.
Nos hace comer de forma consciente
Aplicar el mindfulness a la alimentación significa comer con conciencia plena. Es decir, comer sin distracciones como el ordenador, móvil…. Así podemos concentrarnos en el sabor y textura de los alimentos para poder disfrutarlos al 100%. Es importante también que nos tomemos nuestro tiempo, bocado a bocado, haciendo pequeñas pausas. Si es posible, debemos evitar levantarnos justo después de terminar de comer para disfrutar del momento.
Evita atracones
También es necesario escuchar a nuestro cuerpo con todos los sentidos para identificar si realmente tenemos hambre física o emocional. Es decir, si estamos tristes, tensos, estresados, frustrados, aburridos…. Reconociendo este estado emocional, podremos evitar proyectarlo en el plato y comer de forma compulsiva.
Mejora nuestra elección de alimentos
Este concepto no sólo implica ser conscientes de lo que comemos y cómo lo comemos, sino que abarca todo el proceso de antes y después de comer. Es decir, que debemos aplicarlo desde el momento en el que hacemos la compra, priorizando los productos frescos y de temporada, y disminuyendo los envasados y productos procesados.
Ayuda a identificar qué nos sienta mejor
Si estamos atentos a lo que comemos y a cómo reacciona nuestra cuerpo, podremos identificar qué tipo de alimentos rechaza y cuáles nos sientan mejor. Así podremos evitar pesadez, hinchazón… y aprender a elegir aquellos que mejoran nuestra digestión para que el cuerpo funcione mejor y nos sintamos más ligeros.
Claves para comenzar a aplicar el midfulness a la alimentación
Si quieres sumarte a esta tendencia saludable, apunta alguna de los hábitos que puedes incorporar a tu día a día para llevarla a cabo:
- Antes de comer, tómate un momento para respirar profundamente y conectar con tu cuerpo.
- Bebe un vaso de agua despacio antes de cada comida.
- Elige un lugar agradable, tanto en casa como en un restaurante, para comer.
- Cierra el ordenador, silencia el móvil y apaga la televisión.
- Dedica un mínimo de 20 o 30 minutos a comer.
- Saborea cada bocado y cada textura.
- Come despacio, masticando poco a poco, y haciendo pausas.
- Come de todo e intenta que tu dieta sea lo más equilibrada posible.